Quiero ser de otra manera pero no tengo energía para eso. Como almendras para ver si algo cambia. Los imbéciles siguen haciendo dinero y metiéndose en asuntos que no les competen. No tienen ningún respeto por la vida privada de nadie. Quieren bajar su moral mezquina a toda la ciudad. Sólo acatan el concepto de propiedad, así de básicos son. No hay salida a nada de esto excepto la facultad de poseer un mundo interior. Eso y alguna música sensible y nueva.