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2 de diciembre de 2015

Dije no más harina, al rato fui y robé sandwichitos de aceituna y mayonesa. Yo te dije no podés sostener ni un puto acuerdo, ni vos frenar vicios me dijiste. Es que es harina y todos somos adictos. En el medio de esto están tus pensamientos, y mi incapacidad de seguir queriéndote. Porque todo lo que hago tiene cierto nivel, porque quiero cosas, porque a veces también fumo desde la mañana, la convivencia no se me da bien. Pero mi cama no tiene lado frio y mis sueños ya no son pesadillas. Los momentos de transición parecen estelares, y antes del fin es peor que el fin mismo. Y después? Nada el corazón se cura moviendo el pelo. Mirando fotos de hoteles, soñando con un minibar en la habitación y con desayunos buffet a la mañana. Para siempre te dedico las toallas más blancas y los jabones de tocador a los pies de la cama. Por favor no la hagas más difícil. Me corte el pelo, me hice rubia, me lo alisé, lo teñí de rosa. Ahora, nadie me va a invitar a salir esta noche? Quiero brillar como las luces de la calle. Las lámparas de colores de los bares, eclipsar las estrellas más brillantes. Tengo un corte nuevo. Quiero que la lluvia lave mi corazón roto. Y como toda chiqui me voy a saltear la cena. Solo si me invitan esta noche.