Tus
ojos ¿en serio estaban ahí?
No
me dí cuenta.
Hablás
de un millón de cosas
y
no cerrás una idea
tecnología
y mercado editorial
me
es insignificante.
Pero
también es cierto
que
contás apasionadamente
sobre
lo que leés.
Me
dan rabietas porque no me ves lo suficiente
y
encima me excuso.
No
conozco la experiencia del sindicalismo combativo
no
soy vos
aunque
casi llegué a creer que éramos uno.
Estudié
demasiado
y
en el arrebato emocional
no
entendí nada.
Atraída
toda mi vida en simultáneo
pero
nunca me reí si no me causaba.
Hice
lo que pude cuando pude
y
se me impregnaron cosas que no quise,
lo
que me gustó me llegó y se fue
por
demorarme
por
no tener lo necesario
para
poder estar viva sin odiar esta circunstancia.
Así
se me dieron las cosas
como
hoy tengo que lidiar con el corazón roto.
No
sé si te vuelvo a ver
pero
esa cuestión ya no importa sino la obra.
lara y juli