La niebla es espesa y amarilla por las luces
del auto. El auto atraviesa a la noche el muro de niebla. Lloro en silencio de
cara a la ventana en el asiento trasero. Nadie me ve. Nadie ve nada en un banco
de niebla. No sé qué me había imaginado, pero no era esto.
Mi lugar es en un auto que avanza. En el que no
estás. Donde nadie me ve, nadie insulta donde hay silencio. Tu lugar es
cualquier lugar que te quieran.