Buscar este blog

14 de octubre de 2014

La niebla es espesa y amarilla por las luces del auto. El auto atraviesa a la noche el muro de niebla. Lloro en silencio de cara a la ventana en el asiento trasero. Nadie me ve. Nadie ve nada en un banco de niebla. No sé qué me había imaginado, pero no era esto.

Mi lugar es en un auto que avanza. En el que no estás. Donde nadie me ve, nadie insulta donde hay silencio. Tu lugar es cualquier lugar que te quieran.